Tres casos emblemáticos
Salinas M. Eduardo
POLÍTICA CON FUNDAMENTO
30 MAR. 2021
Referirnos al tema no es una cuestión simple, es un término que nos llevaría incluso a analizar la “independencia de poderes” (órganos en nuestro caso), cuestión histórica planteada en el s. XVIII en Francia y atribuida a Montesquieu, lo cual merece un estudio profundo en nuestro tiempo.
“Lawfare” significa guerra judicial, que utiliza al derecho y a la Ley como herramientas dentro de lo que se denomina “guerra no convencional”; este concepto, no es del todo nuevo ya que tenemos antecedentes en el libro “Unrestricted Warfare”, escrito en 1999 por militares chinos donde expresan nuevas estrategias militares, pero sin ir al confrontamiento directo, sino más bien utilizando recursos legales del derecho internacional para debilitar al contrincante. Irrestricta.pdf (ceeag.cl)
Esta interesante y nueva manera de guerra no convencional, llamará la atención a Estados Unidos en 2001, por lo que realizara diferentes estudios luego de la guerra de Kosovo, donde se discutiría sobre si este evento bélico fue justo o no. Sería la primera vez en que el término se constituiría como herramienta legal para lograr un objetivo estratégico y/o militar para derrotar al enemigo circunstancial y fue planteado en innumerables artículos por Charles Dunlap, militar estadounidense.
About Lawfare: A Brief History of the Term and the Site – Lawfare (lawfareblog.com)
Con el transcurrir del tiempo, se convertía en una estrategia legal consolidada y financiada por organismos internacionales como la USAID que promovería la capacitación de jueces y del personal judicial en Latinoamérica, así mismo, otras instituciones participarían en este programa como ser el “Programa Latinoamericano del Wilson Center”. Latin American Program | Wilson Center
De la misma manera, el departamento de Justicia de los Estados Unidos, crea un programa denominado “Combate Contra la Corrupción Internacional y Enfoque en América Latina”. Si bien el nombre del programa luce bien y a simple vista pareciera tener la marca de bonafide en ella, no es más que otro recurso para interferir en las instituciones judiciales latinoamericanas con fines políticos, lo que quedará demostrado con el tiempo, una “escuela de las américas” para autoridades judiciales.
Lawfare y la política
Habiendo comprendido el significado del concepto, veamos ahora la influencia que tiene en la política de los países latinoamericanos; no es de extrañar que esta influencia será decisiva en el porvenir político de un país sobre la base del desprestigio inicial (como punto de partida), para anular a un determinado actor político, en este caso un candidato clasificado como “peligroso” por parte de Estados Unidos y que a toda costa se debe eliminar de la competencia política.
¿Por qué se clasifica a un candidato político como peligroso?
Dentro de las políticas de Estado de la nación hegemónica norteamericana y a partir del dominio de los países latinoamericanos como premisa, no debe existir ninguna posición contestataria en esos gobiernos y si existiera, se la debe anular.
Podemos entonces entender que un candidato con una posición contraria a las políticas de Estados Unidos es peligroso y pondría en riesgo la intervención económica de sus organismos internacionales y su hegemonía política incluso.
Para ello también se hecha mano de los medios de comunicación que se encargaran de difundir acuciosamente y ante todo de dar “muerte civil mediática” al político cuestionado, sembrando en el inconsciente de la población un mensaje de censura moral, rechazo, condena y proscripción al mismo.
Es en ese sentido que entra el lawfare en acción con el fin de desprestigiar e impedir candidaturas políticas de líderes progresistas de izquierda con amplias posibilidades de ganar en elecciones, veamos algunos ejemplos:
Modus operandi: El desprestigio como estrategia.
- Caso Rafael Correa, expresidente del Ecuador.
La premisa: impedir su participación en las elecciones del 28 de febrero de 2021, para tal efecto se le acusa de innumerables delitos de presunta corrupción entre los años 2012 a 2016, además de acusarlo de dirigir una presunta organización criminal para beneficiar a su partido político AP. Es sorprendente la rapidez con que la Fiscalía de ese país actúa al momento de armar el caso contra Rafael Correa teniendo en cuenta además que Lenin Moreno fungía como su vicepresidente en ese periodo de gobierno, a lo cual irónicamente se lo excluyo del caso.
No cabe duda que el Lawfare funcionó a la perfección, se logra condenar al expresidente a 8 años de presidio y a 25 años de proscripción en la política, pese a no existir pruebas contundentes en el caso.
Fiscalía General del Estado | Caso Sobornos 2012 – 2016 (fiscalia.gob.ec)
‘Lawfare’ contra Correa, condena y proscripción para tapar la inacción por la pandemia (lahaine.org)
- Caso Cristina Fernández, expresidenta de Argentina.
La premisa: Impedir su participación en las elecciones nacionales de enero de 2015. Para conseguir ese propósito, culpan a la exmandataria del asesinato del Juez Alberto Nisman sin prueba alguna, pero con plena difusión mediática.
Así mismo se la inculpa de querer liberar a los acusados en el atentado de 1994 en el caso denominado AMIA con la explosión de un coche bomba contra la comunidad israelí; posteriormente no se pudo probar tales acusaciones. Se incrementan las acusaciones contra Cristina Fernández implicándola en el caso de corrupción denominado “cuadernos” donde se llega a hallar supuestamente un container enterrado con material de valor y dinero, lo cual también fue mediatizado, pero no se pudo probar; en este caso, la ex mandataria fue sobreseída.
Lawfare. La judicialización de la política en América Latina | Opinion | teleSUR (telesurtv.net)
Finalmente, estos presuntos actos de corrupción por los que se le acusa, se caen por tierra, la intención del desaparecido Juez Bonadío de encarcelar a Cristina y apartarla definitivamente de la vida política de Argentina llegando a utilizar a testigos y documentación falsa.
- Caso Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente del Brasil.
La premisa: No permitir la participación de Lula en las elecciones nacionales de 7 de octubre de 2018 en Brasil; se lo acusó de haber adquirido un departamento de forma ilegal. El caso Lava Jato (lavado de vehículos), también es emblemático junto con el caso denominado “Odebrecht” que involucra a varios mandatarios latinoamericanos por corrupción.
Se logra el objetivo por lo que es electo Jair Bolsonaro como presidente, a partir de una campaña mediática de desprestigio a la izquierda progresista en el Brasil induciendo al voto castigo y teniendo como bandera los presuntos hechos de corrupción de Lula (líder del PT Partido de los trabajadores) el cual fue encarcelado y proscrito de participar en dichas elecciones.
Por supuesto, todas estas acusaciones y otras 8 que fueron atribuidas a Lula da Silva, serían anuladas y permitirían al ex mandatario brasilero, participar en las elecciones de 2022.
Se derrumba el lawfare en Brasil: anulan todas las condenas contra Lula – Diario Contexto
Con estos 3 ejemplos, se puede tener un panorama general de lo que significa el lawfare lo que nos lleva a incorporar otro concepto: Persecución política. Es por demás clara la acepción en el sentido de describir una persecución judicial a políticos de renombre y con amplias posibilidades de ganar en elecciones generales en sus respectivos países.
La dinámica del Lawfare.
En este acápite, veremos de manera resumida como es que se construye el Lawfare:
- El “ritmo político” (Timing political) Se refiere al momento justo para su aplicación, por ejemplo, la coyuntura pre electoral, la fase proselitista y de debate identificando al candidato con más posibilidades de ganar. Se utiliza la estrategia del desprestigio mediático tradicional o en las redes sociales.
- La reorganización del aparato judicial, que se puede ver de dos formas: Una “antes de”, con la identificación de autoridades judiciales prestas para realizar acciones, o “después de” con un nuevo gobierno quien designaría (si el caso se diera) a puestos claves a diferentes operadores de justicia para atacar al adversario político.
- La doble acción, donde se pone más énfasis a casos clave dejando de lado los demás por considerarlos menos impactantes con el fin propuesto; es decir, se desestima casos menores y se concentran esfuerzos en los casos de interés político.
- La mediatización de la información, que interviene fuertemente en los 3 anteriores, manipulando a la opinión pública, orientando el concepto que podría tener el ciudadano a partir del desprestigio sobre el candidato a ser focalizado para aplicar el Lawfare antes, durante y después del timing al que hicimos referencia.
Es también imperativo no confundir el Lawfare con casos probados, en casos de mandatarios o ex autoridades que si efectivamente cometieron delitos y estos son causa de culpabilidad fehaciente.
No todos pueden ser víctimas del Lawfare, aunque muchos tratarán por todos los medios de aparentar serlo y se harán llamar “perseguidos políticos”. No aplica a personajes con bajo perfil político, no aplica a ex autoridades del ejecutivo con hechos probados de culpabilidad ya que sus actos son por demás obvios ante la opinión pública.
Tampoco debemos olvidar que la guerra judicial, hoy en día es un instrumento de las minorías oligárquicas de derecha para aplacar a una tendencia política que nuevamente empieza a estructurarse, como ser las izquierdas progresistas en Latinoamérica y que de alguna forma van de la mano con los golpes suaves también de cuarta generación, que ya vimos se aplican en nuestro contexto y son fuertemente financiadas por Estados Unidos y ONG´s.
Para mayor información, se recomienda la lectura de:
Bienvenidxs al lawfare – CLACSO
Salinas M. Eduardo
POLÍTICA CON FUNDAMENTO
Gracias por la información. Gran aporte de esta web. Un cordial saludo!
Gracias por sus conceptos.