LA NUEVA ESTRATEGIA DE LA ULTRADERECHA EN LATINOAMÉRICA


Identificando acciones.

Salinas M. Eduardo

POLÍTICA CON FUNDAMENTO 

14 DIC. 2022

En Latinoamérica gobierna una pequeña elite, pero con gran poder económico que también se consideran los más capaces para ejercer el poder político, pero a este poder lo utilizan para mantener sus privilegios aun a costa de las grandes mayorías que para ellos no son nada más que electores y fuerza de trabajo para explotar.

Todo esto nos recuerda a lo que alguna vez Polibio escribió hace 200 años a.C. en su teoría de la Anaciclosis, donde nos habla sobre las formas de gobierno y como estas desembocan en la perversión, no por su forma ni por cuantos gobiernan, sino por que utilizan el poder para beneficio propio y no para el bien común.

Estas pequeñas élites representan a una aristocracia que aún está presente en nuestras sociedades, se dicen representar a un gobierno de pocos, seleccionados por ser los más “sabios, justos y prudentes” para gobernar – en teoría – pero que con el tiempo se deforma y se convierte en oligarquía “sin la más mínima noción de la igualdad y de la libertad constitutivos de una república… abandonándose unos a la avaricia y torpe deseo de riquezas, otros a las borracheras y comilonas insaciables, otros a los adulterios y amores infames” (Polibio, 200a.C.)

Esta actitud de los oligarcas encaramados en la política ya sea por costumbre o por posición heredada por sus familias en el tiempo, hace que vivan sin la más mínima preocupación por la construcción de un régimen político que vaya en beneficio de los ciudadanos, sino más bien se preocupan solo en sus intereses económicos que les propician tal estatus dentro de esa sociedad aún a costa del pueblo; para Polibio, el final ante tal situación es la violencia y concluye con la expulsión o derrocamiento de los gobernantes; este final obviamente se verá manifiesto en la rabia y frustración del pueblo y la violencia será plasmada en un levantamiento popular o revolución.

Es muy importante analizar esta teoría y contrastarla con nuestra realidad contemporánea; pero no debemos olvidar que las élites de gobernantes con tintes de oligarcas ya tomaron medidas para aplacar esa respuesta violenta que el pueblo incluso tiene presente en sus constituciones que es el derecho a la rebelión tomada del 3er. párrafo del preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948. https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights

En consecuencia, tomarán diferentes acciones para evitar revueltas populares en su contra y más bien alentar, convencer y disipar tales descontentos.

¿A qué acciones nos referimos?

1. La Posverdad. – Recurrir a las emociones utilizando un hecho objetivo y concreto, pero deformándolo, en este caso amplificar el hecho para llegar a las emociones de la gente y crear en ella una opinión que sea favorable para quien la manipula, o simplemente tomar aquellos que afecten a las creencias o a la moral de las personas para beneficio propio.

Veamos algunos ejemplos: La vacancia de Pedro Castillo en Perú acusado de delitos que son improbados hasta hoy pero que termino con su detención; el caso de Cristina Fernández, vicepresidenta de Argentina, la cual también fue acusada y condenada a 6 años por delitos penales; en ambos casos se manejó muy bien la emoción y las creencias de las personas, en especial su punto de vista moral sobre los mandatarios citados e instalaron una narrativa sobre la cual construyeron un discurso político punitivo.

2. La difamación y calumnia. – Son tipos penales y consisten en dañar o causarle perjuicios a otra persona acusándola de un hecho falso, afectando su integridad y su honor. Lamentablemente esta forma es muy utilizada contra un contrincante político y está en directa relación con la Posverdad ya que se amplifican las falsedades creando una imagen negativa de la víctima ante la sociedad, es decir la narrativa se implanta en el inconsciente de la gente que termina por creer que es cierto.

A partir del resultado, la gente en principio duda, luego cuestiona y finalmente cree quitándole el apoyo al político víctima de este complot, situación que es amplificada por los medios de comunicación tradicionales y digitales.

3. Los medios de comunicación. – Los medios de comunicación son un puntal clave y base de la democracia, incluso está dentro de lo que Leonardo Morlino cataloga como un referente importante dentro de sus “Indicadores y medidas e la democracia” para medir su calidad. Al respecto debo señalar que no es un patrón, modelo o norma establecida de manera cerrada, ya que podrían existir diferencias incluso en la conceptualización de ambos términos “calidad y democracia”, pero tomemos de referencia a Morlino para explicar este punto.

Leonardo Morlino hace referencia a seis dimensiones para calificar a una democracia de buena, deficiente o mala y son: a) Respeto a la Ley (Estado de derecho), b) La responsabilidad electoral mediante la alternancia en el poder, c) La responsabilidad interinstitucional como mecanismos de control, d) La respuesta, reacción o reciprocidad que demuestra el Estado frente a los ciudadanos y que da como resultado la confianza o no de estos últimos, finalmente están e) la libertad y f) la igualdad.

Tomemos para nuestro análisis a la tercera dimensión “La responsabilidad interinstitucional” como mecanismo de control; entre las instituciones que la conforman se encuentran el Parlamento, el poder u Órgano Judicial, las organizaciones empresariales y de trabajadores (sindicatos), los medios de comunicación como paladines de la libertad de expresión dentro de un contexto liberal democrático, etc., es la “responsabilidad que hacen valer frente a los gobernantes otras instituciones o actores colectivos que tienen conocimientos y poder para evaluar el comportamiento de los gobernantes” (Morlino, 2007)

Pero ¿Qué pasa si estos mecanismos de control actúan irresponsablemente y en vez de controlar coaccionan en perjuicio del gobernante?, ¿Será que se hace un favor o se perjudica a la institucionalidad democrática? Pudimos observar a lo largo de este tiempo que los medios de comunicación evalúan el comportamiento de los gobernantes, pero de mala fe, es decir, no con la intención de aportar y fortalecer la democracia, sino más bien de atentar contra ella poniendo intereses económicos, políticos y corporativos en contra del gobernante electo por voto popular en elecciones libres; una cuestionante a la doctrina política en este caso vertida por Morlino. Los medios de comunicación desarrollan su trabajo en muchos casos difamando, calumniando, acusando e incluso sentenciando al gobernante en base a un libreto ya marcado por sus dueños, su línea política e intereses de clase; en ese sentido, veo por conveniente segmentar a los medios en Tradicionales y digitales.

a) Tradicionales. – Los más utilizados son la Tv, la radio y la prensa escrita, todos ellos en manos de grandes corporaciones o “grupos” como se hacen llamar conformados por accionistas con capital importante para intervenir en este rubro y obviamente, proteger sus intereses económicos y de clase.

Para ello recurren al show mediático (que es lo que le gusta a la gente) con programas donde un periodista acusa y sentencia al contrincante con avilantez y descompostura ética utilizando la Posverdad, la difamación y calumnia para lograr alto ranking de audiencia frente a un representante o el mismo contrincante del cual muchas veces por su agresividad y técnicas comunicacionales no puede defenderse. La prensa maneja la especulación como arma, dichos que ni siquiera fueron comprobados tratando de defenestrar al gobernante. ¿Sera que la prensa es el cuarto poder, pero se comporta como poder de cuarta tal cual manifestó el Jurista peruano Benji Espinoza?

Las grandes corporaciones mediáticas como el Grupo Clarín de Argentina de ideología conservadora (Derecha) contra Cristina Fernández que controla en la actualidad 301 empresas, medios gráficos, televisivos y radiales, así como la operadora de televisión por cable Cablevisión, Fibertel, editoriales e imprentas, productoras de televisión, compañías de telecomunicaciones y servicios de correo, factura al año 6 mil 700 millones de dólares de acuerdo con datos de 2010; Cristina Fernández lanzo una serie de leyes contra el monopolio del grupo Clarín en 2012 afectándole económicamente; entonces ¿Será que el grupo Clarín se queda tranquilo o ya tiene como enemiga declarada a la actual Vicepresidenta argentina?

Otra forma de influencia mediática es la violencia simbólica o encubierta[1] instalada en algunos medios de comunicación, este tipo de violencia se ve manifiesta en cuestiones de género y generacionales de manera preferente entre el dominador y el dominado.

Otro caso emblemático es el ataque mediático que recibió el presidente depuesto peruano Pedro Castillo desde el inicio de su mandato creando un clima de incertidumbre e ingobernabilidad ante lo cual denunció en varias oportunidades en lo que llamo “un plan macabro” para derrocarlo; tal parece que no se equivocó…

https://elcomercio.pe/politica/actualidad/pedro-castillo-acusa-a-la-prensa-de-ser-sesgada-y-de-estar-coludida-con-grupos-de-poder-para-forzar-su-vacancia-congreso-rmmn-noticia/

b) Digitales. – Son aquellos medios que utilizan el internet para incursionar en comunicación, todos los medios tradicionales incursionan en el campo digital porque es más accesible a todos, es decir niños, jóvenes y adultos a un clic en su celular están al tanto de una primicia de actualidad.

Lamentablemente, estos medios son mal utilizados por algunas personas y/o actores políticos en especial en las redes sociales que mediante cuentas falsas se dan a la tarea de difamar al contrincante, es ahí donde interviene otro elemento muy importante que es lo que denomino “La política del odio” presente en toda coyuntura conflictiva que se pueda presentar, recurriendo incluso al racismo, la discriminación y otras formas de menosprecio utilizadas también por los propios actores políticos en contra de su adversario; en ese sentido no debemos confundir libertad de expresión con libertinaje en la expresión.

De manera general, se debe revisar la normativa que regula la actividad de estos grupos comunicacionales en cada uno de los países y sus operadores – periodistas sin ética – ya que en nombre del secreto de fuente y la libertad de expresión, se cometen abusos en contra del honor de las personas y en contra de la democracia impulsando actitudes sediciosas, de menoscabo a los gobiernos legítimamente electos incluso propiciando el derrocamiento de los mismos.

4. La falacia del falso dilema. – Luego de haber aplicado la Posverdad, de haber difamado utilizando a los medios, te pedirán que te elijas una posición ideológica o política determinada. Obviamente que, con tanto acoso mediático, la decisión estará más dirigida a aceptar los argumentos y narrativas que con tanta insistencia difundieron.

Es también conocida como falsa dicotomía y se remonta al diálogo platónico y a la retórica aristotélica; las escuchamos o leemos a diario sin poder identificarla, de preferencia es muy utilizada en política y obviamente difundida mediáticamente.

Consiste en persuadir al ciudadano a escoger entre dos alternativas, ocultando la existencia de otras alternativas e imposibilitando el rechazo de las dos alternativas ofrecidas; entonces se estaría polarizando la cuestión en debate, dando a escoger solo dos alternativas: “o es blanco o es negro”.

Pongamos un ejemplo: El 16 de noviembre pasado, en pleno paro en santa Cruz – Bolivia por el censo de población y aprobación de un proyecto de Ley, el vicerrector de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, Reinerio Vargas, en representación del llamado comité de movilizaciones dijo:

“Aquella autoridad departamental, municipal, regional, senadores, diputados, asambleístas y concejales de Santa Cruz que no estén de acuerdo en la elaboración y apoyo de este proyecto de ley se lo va a declarar persona no grata, desconociéndola y censurándola ante la comunidad universitaria y ante el pueblo cruceño y boliviano”

https://www.prensa-latina.cu/2022/11/16/lista-de-traidores-mantiene-tension-en-bolivia

En tal caso, Si una autoridad departamental no apoya el proyecto de ley, entonces es persona no grata y será desconocida y censurada; pero si la apoya es persona grata por lo tanto será reconocida y elogiada.

En el ejemplo anterior se puede observar que la proposición contradictoria está contaminada, además de existir una falacia de causalidad por los términos desconocida – censurada y reconocida – elogiada.

Este mensaje va más allá ya que además de determinar la acción de los representantes, indirectamente esta mencionando que “si no se apoya el proyecto de ley, serás desconocido y censurado”, en tal caso funciona como una condicionante. Lo mismo aplica a la frase “o estás conmigo porque… o contra mí porque…” existe la condicionante “porque” por lo tanto contamina la proposición.

Pongamos otro ejemplo:

“Usted vota por la izquierda o no lo hace”, no existe falso dilema por que no se trata de autodefinirse de izquierda, sino de votar por la izquierda; pero si contaminamos la proposición:

“Usted vota por la izquierda por lo tanto no le gusta trabajar y quiere todo gratis, o no lo hace, por lo tanto, es un trabajador digno” ahí si existe falso dilema por la contaminación y la presencia de la condicionante.

Existen muchos más elementos respecto a las falacias, pero no es el tema del presente artículo por lo que me remito solo a mencionar algunas para describir el problema planteado.

En consecuencia, en una falacia de falso dilema existe una carga emocional manifiesta en la semántica adicional presente en los términos condicionantes, lo cual es muy bien utilizado por los presentadores de los medios televisivos y radiales o en entrevistas que realizan, donde nos presentarán siempre 2 alternativas polarizando las adhesiones políticas e ideológicas de la ciudadanía. Veamos cómo maneja estas falacias el periodista Fernando del Rincón en la siguiente entrevista:

5. Movilización callejera condicionada. – Es lo que Gene Sharp llamaba “Calentamiento en las calles” y la clasificaba como la tercera etapa en su libro “De la dictadura a la democracia” donde describe cinco estrategias para derrocar a un gobierno; menciona que se debe fomentar la movilización de calle para legitimar el movimiento y mostrar el apoyo de la gente. (Salinas, NEOGOLPISMO: EL CASO BOLIVIANO, 2020)

Se entiende que Sharp recurre a la disposición sincera de las personas al momento de apoyar un movimiento político y salir a las calles aun sabiendo los riesgos que podrían correr en cuanto a su seguridad.

En este punto, incorporo el concepto “condicionada” porque muchas de las movilizaciones ya no poseen esa disposición sincera de la gente, o por lo menos no al 100%, sino que se condiciona a una dádiva convenida, por ejemplo un pago en dinero, una promesa de cargo en una institución de acuerdo a las asistencias en cada movilización, puntos adicionales en la calificación e caso de ser estudiantes o estar coaccionados por sus docentes, la cantidad de gente que lleve a la movilización, una rebaja en la patente, etc. Es obvio que no hay pruebas de ello.

6. La guerra judicial. – En inglés “lawfare”, una nueva manera de judicializar la política utilizando procesos legales para inmovilizar políticamente o destituir a quienes ocupan cargos de poder en el Gobierno. Existen muchos ejemplos al respecto y lo pudimos ver manifiesto en Ecuador contra Rafael Correa, en Perú contra pedro Castillo, en Brasil contra Lula Da Silva y Dilma Rousseff, en Argentina contra Cristina Fernández, etc.

La estrategia consiste en acusar sin prueba y mediáticamente mediante la Fiscalía por delitos contra funcionarios de gobierno, o figuras políticas que perjudican poderes políticos – económicos ocultos, o tienen una alta probabilidad de retomar el poder para inhabilitarlos electoralmente.

La dinámica del Lawfare es la siguiente:

a) El “ritmo político” (Timing political) Se refiere al momento justo para su aplicación, por ejemplo, la coyuntura pre electoral, la fase proselitista y de debate identificando al candidato con más posibilidades de ganar. Se utiliza la estrategia del desprestigio mediático tradicional o en las redes sociales.

b) La reorganización del aparato judicial, que se puede ver de dos formas: Una “antes de”, con la identificación de autoridades judiciales prestas para realizar acciones, o “después de” con un nuevo gobierno quien designaría (si el caso se diera) a puestos claves a diferentes operadores de justicia para atacar al adversario político.

c) La doble acción, donde se pone más énfasis a casos clave dejando de lado los demás por considerarlos menos impactantes con el fin propuesto; es decir, se desestima casos menores y se concentran esfuerzos en los casos de interés político.

d) La mediatización de la información, que interviene fuertemente en los 3 anteriores, manipulando a la opinión pública, orientando el concepto que podría tener el ciudadano a partir del desprestigio sobre el candidato a ser focalizado para aplicar el Lawfare antes, durante y después del timing al que hicimos referencia. (Salinas, Lawfare – La guerra judicial, 2021)

Con esta dinámica, vemos que la propia democracia se pone en peligro, el mismo Estado de derecho queda maltrecho ya que la justicia instrumentalizada utiliza las siguientes herramientas técnico – jurídicas:

  • Se invierte la carga de la prueba.
  • Se vulnera el principio de inocencia.
  • Condena sin juicio previo.
  • Distorsión de la prisión preventiva.
  • Violación sistemática del debido proceso.

En estos últimos días, la guerra judicial demostró (lamentablemente) ser eficiente ya que pudimos ver dos ejemplos: La caída de Pedro Castillo en Perú a partir de un golpe de Estado congresal y la condena a seis años de prisión para Cristina Fernández vicepresidenta de Argentina.

El Lawfare, es utilizado por poderes económicos presentes en todos los países del mundo donde se ven vulnerados sus intereses; es una especie de vendetta jurídica para perjudicar al contrincante político, hacer que revierta sus medidas o anularlo políticamente. No cabe duda que esta estrategia hace mucho daño a la democracia.

7. Dividir y promover la traición. – “Divide y vencerás” frase atribuida a Julio Cesar antes de la era cristiana, la cual cobra mucha importancia a lo largo de la historia y en la vida política contemporánea. Consiguen su objetivo enfrentando a distintas facciones, o echando a la sociedad en general encima de algún grupo en particular, comienzan primero con narrativas elaboradas las cuales son mediatizadas y que tratan de polarizar a la sociedad; finalmente cuando el conflicto estalla, prosiguen con el objetivo planteado para dividir aún más al grupo que no comparte sus intereses, así de ese modo logran debilitar al contrincante y volcar de su lado a la opinión pública.

Si todo esto no funciona, recurrirán al uso del monopolio de la fuerza incluidas las fuerzas armadas convirtiendo el conflicto en un campo de muerte con masacres y abusos de autoridad so pretexto de conservar el estado de derecho.

Lo anterior en un conflicto ya explícito, pero también se da dentro de los propios partidos políticos con el afán de debilitarlo utilizando gente infiltrada, dadivas y favores para que los líderes de ese partido se den la vuelta contra su líder o simplemente traicionen la causa.

Otro de sus objetivos es que los ciudadanos se acusen unos contra los otros, con ello tratan de desviar la atención y difunden propaganda elaborada por los medios y redes sociales tildando de “terroristas” a todo aquel que se levente en su contra, el fin último es evitar que los gobernados les señalemos y les expulsemos.

El discurso está dirigido a que el ciudadano piense que “están al servicio del interés general y velando por la democracia” cuando realmente se están sirviendo de su cargo para cuidar sus intereses; pero no debemos perder de vista que el interés mayor es su economía, generalmente son empresarios y gente con poder político y económico que sin rubor en la cara destinan porcentajes de dinero para corromper incluso a los operadores de justicia y conseguir sus objetivos.

“Consideremos los políticos. ¿Hay hombres más vanos que los que gozan de un poco de autoridad y pueden pavonearse antes quienes los han elegido? ¿Hay alguien que pueda vanagloriarse de ser más ladrón que estos representantes del pueblo, alguien que no venda su voto por el honor de sentarse a la mesa junto con los poderosos? ¿Quién es más traidor a un pueblo que quien jura que lo sirve? ¡Míralos! ¿Crees que van a dejar de llenar sus arcas por mucho que les grites que hay que salvar Roma? ¿Van a dejar sus cómodos puestos de mando en nombre del pueblo y a servir a los ciudadanos que los eligieron sin temor o favoritismo? ¿Van a exigir que se respete la Constitución y se negarán a aprobar una ley que favorezca sus intereses? ¿Van a gritar antes ¡libertad! que ¡privilegio!? ¿Van a exhortar al electorado a que practique de nuevo la virtud? ¿Se van a encarar con la plebe de Roma para decirle: ¿Portaos como personas y no como un rebaño? ¿Encontrarás a uno solo de éstos entre los representantes del pueblo?”. A todas estas preguntas, el brillante orador y filósofo respondió con un lacónico «No, señor». (Taylor, 2013)

Salinas M. Eduardo

POLÍTICA CON FUNDAMENTO

Bibliografía

Morlino, L. (2007). Explicar la calidad democrática: ¿Qué tan relevantes son las tradiciones autoritarias? Revista de Ciencia Política, 27(2), 3-22.

Polibio. (200a.C.). Historias (Vols. Libro VI – Capítulo IV).

Salinas, E. (5 de agosto de 2020). eduardosalinasm.com. Obtenido de https://eduardosalinasm.com/2020/08/05/neogolpismo-el-caso-boliviano/

Salinas, E. (31 de Marzo de 2021). Política con Fundamento. Recuperado el 10 de Diciembre de 2022, de https://eduardosalinasm.com/2021/03/31/lawfare-la-guerra-judicial/

Taylor, C. (2013). La Columna de Hierro. Cicerón y el esplendor del Imprerio romano. (O. express, Ed.) Madrid, España: Océano express. Recuperado el 14 de diciembre de 2022, de https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=6syLDwAAQBAJ&oi=fnd&pg=PT2&dq=la+columna+de+hierro&ots=FzJPXA2cvx&sig=pYE4Vy-59TSwHCgsGzUmZTWXVYw#v=onepage&q=la%20columna%20de%20hierro&f=false


[1] Violencia simbólica es un concepto acuñado por el sociólogo francés Pierre Bourdieu. En las ciencias sociales se utiliza para describir una relación social asimétrica donde el «dominador» ejerce violencia indirecta y no físicamente directa en contra de los «dominados», los cuales no la distinguen claramente o son inconscientes de dichas prácticas en su contra, por lo cual son «cómplices de la dominación a la que están sometidos»


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